Un desayuno para recordar

El desayuno fue excepcional, con varias opciones locales que me sorprendieron. Además, la vista del río mientras disfrutaba mi café fue simplemente mágica. El personal siempre fue amable y servicial, haciendo mi estancia aún más agradable.

Sin embargo, la conexión Wi-Fi no fue tan buena, lo que complicó un poco mis planes de trabajo. noté que el gimnasio era un poco pequeño durante las horas más concurridas, pero el acceso a la sauna compensó esto.

Ambiente sereno junto al río, Diseño y arquitectura impresionantes, Salones grandes para eventos de negocios

La señal de Wi-Fi es bastante deficiente, ¡y el gimnasio es demasiado pequeño durante las horas pico!!! podría mejorar el proceso de check-out, ya que fue largo e ineficiente. Sin duda hay espacio para mejorar en estas áreas.

La atención del personal fue excepcional, y el desayuno con miel de la colmena fue un verdadero deleite. El hotel tiene una atmósfera tranquila junto al río que me hizo sentir renovado.

Las habitaciones son amplias y muy limpias, con buena vista al Weser. El desayuno no cumplió con las expectativas y la calidad era decepcionante en relación al precio.

hotel ideal para disfrutar una escapada tranquila junto al río weser con un excelente servicio en el bar

La experiencia en el Steigenberger Hotel Bremen fue maravillosa. Las habitaciones son modernas y cómodas, y disfruté del ambiente cálido del bar. El gimnasio tiene buenas instalaciones.

Disfruté mucho de la sauna en el sexto piso y la cómoda Nespresso en la habitación. Ambas experiencias fueron geniales para relajarme después de un largo día.

Lo viví como una verdadera escapada, no he tenido ningún inconveniente.

Puedo recomendar este hotel a todos por una breve estancia

Maravillosa habitación, espléndido desayuno, con una vista impresionante del río desde mi ventana y la sauna ayudó a relajarme después de un día explorando la ciudad a solo 10 minutos a pie.

No encontré nada malo

El hotel tiene unas vistas espectaculares del río Weser. Las habitaciones son muy amplias y cómodas. La cama era realmente agradable y el baño cuenta con un espacio suficiente para moverse. El restaurante ofrece una variedad de platos que me sorprendieron, muy sabrosos todos. El bar es un buen lugar para relajarse por la noche. Sin embargo, el servicio en el área de comedor fue un poco lento y había momentos en que la ambientación del lugar se sentía un poco abarrotada. A veces, el Wi-Fi dejaba un poco que desear, especialmente en mi habitación. A pesar de eso, disfrutar de la sauna con vistas al río fue un auténtico placer y ayudó a compensar los inconvenientes.